viernes, junio 30, 2006

Otra traducción

Musa, dime del hábil varón que en su largo extravío,
tras haber arrasado el alcázar sagrado de Troya,
conoció las ciudades y el genio de innúmeras gentes.
Muchos males pasó y por las rutas marinas luchando
por sí mismo y su vida y la vuelta al hogar de sus hombres,
pero a éstos no pudo salvarlos con todo su empeño,
que en las propias locuras hallaron la muerte. ¡Insensatos!
Devoraron las vacas del Sol Hiperión e, irritada
la deidad, los privó de la luz del regreso. Principio
da a contar donde quieras, ¡oh diosa nacida de Zeuz!



¿Hay una mejor forma de iniciar una historia que evocando a las musas?

Así comienza una de las obras más hermosas, interesantes e importantes de todos los tiempos. Y esta es la nueva traducción que he conseguido hace un par de semanas (nueva para mi, desde luego). Es hermosa ¿no? y cada traducción implica una visión distinta: la escencia se conserva, pero el viaje cambia. Cada palabra y oración particular del traductor, implica una vista distinta del paisaje que rodea al camino por el que Homero pensaba llevarnos.

¿Cuantas traducciones distintas al español habrá de la Odisea o de la Iliada? ¿Cuantas Odiseas distintas en cada idioma? A final de cuentas, cada una de ellas es una interpretación diferente, y cada lectura lo es también.

Así pues, cada lector representa un recorrido singular hacia Ítaca.

miércoles, junio 21, 2006

Todo un verano que atravesará el calendario...

Hoy es 21 de Junio y comienza el verano. Sheila me recomendó leer El vino del estío, de Bradbury, y comenzarlo a leer precisamente al inicar el verano. La idea me pareció genial y la pondre en práctica hoy, el día en que arranca la estación más calurosa del año.

El libro suena a magia, a recuerdos de días largos y felices donde una aventura aguardaba a cada momento:
Ejércitos de razas sin fin (tantas razas como marcas de juguetes tenía) unidas contra enemigos espantosos aunque invisibles (si, sólo en ese entonces existían criaturas horribles que además eran eternamente invisibles).
Un día podía significar el desarrollo de aventuras épicas tan colosales, que el mismo Fëanor no hubiera soñado.
Una vez, mi amigo Daniel y yo decidimos que suplantaríamos al peso, la moneda nacional, por unos nuevos billetes que se llamarían Blumons, hicimos dos tirajes de billetes (cada tiraje consistía en la fotocopia de una hoja de papel llena de "billetes" para recortar) y fuimos felices con ellos, aunque sólo un niño fue tan visionario como para darnos pesos a cambio de nuestros blumons.
Tratamos de editar una revista, llena de sucesos fantásticos y maravillosos, así como de los eventos que ocurrían en nuestra calle. Terminó siendo un resumen de los panfletos de "Aunque usted no lo crea, de Ripley", pero ilustrada por nosotros, y acompañada de los resultados de los partidos de futbol que había entre nosotros.
Inventamos personajes e historias, y creamos nuestros propios comics, así nacieron las aventuras de las Fuerzas Especiales, que eran extrañamente parecidas a las de los G.I. Joe, y también apareció la serie de ficción "Invasión", cuyos personajes guardaban una curiosa similitud con los de Robotech. Había también aventuras detectivescas, llenas de enmascarados misteriosos y crueles hampones.
Antes del nintendo y después del Atari, existió para nosotros un sistema aventuras con personajes de papel móviles. Y antes que los juegos de rol, apareció Might and magic, nuestro propio juego de laberintos y batallas decididas por dados, sin saber nada de lo que eran en verdad los juegos de rol.
Las bicicletas se convirtieron en vehículos de poder, sinónimos de viajes a lugares desconocidos y de velocidades inconcebibles hasta no estar sobre los pedales.

Mis veranos eran distintos de lo que son ahora, y estoy convencido de que este libro me hara vivir hermosos momentos, y se llevará un poco de los sucesos tristes de días recientes.

"Era una madrugada tranquila. La oscuridad cubría el pueblo y se estaba bien en cama. El verano henchía el aire, el viento soplaba adecuadamente, el aliento del mundo era tibio y lento. Bastaba levantarse y asomarse a la ventana para saber que éste era realmente el tiempo primero de la libertad y de la vida, que ésta era la madrugada primera del estío"

martes, junio 20, 2006

Este mundo, eternamente imperfecto

En otro tiempo también Zaratustra proyectó su ilusión más allá del hombre, lo mismo que todos los transmundanos. Obra de un dios sufriente y atormentado me pareció entonces el mundo.
Sueño me parecía entonces el mundo, e invención poética de un dios; humo coloreado ante los ojos de un ser divinamente insatisfecho.
Bien y mal, y placer y dolor, y yo y tú - humo coloreado me parecía todo eso ante ojos creadores. El creador quiso apartar la vista de sí mismo, - entonces creó el mundo.
Ebrio placer es, para quien sufre, apartar la vista de su sufrimiento y perderse a si mismo. Ebrio placer y un perderse-a-sí-mismo me pareció en otros tiempos el mundo.
Este mundo, eternamente imperfecto, imagen e imagen imperfecta, de una contradicción eterna - un ebrio placer para su imperfecto creador: - así me pareció en otro tiempo el mundo.
Y así también yo proyecté en otro tiempo mi ilusión más allá del hombre, lo mismo que todos los transmundanos. ¿Más allá del hombre, en verdad?


F. Nietzche, Así habló Zaratustra


Aunque el fragmento corresponde a Así habló Zaratustra, yo lo he tomado de la introducción al libro El nacimiento de la tragedia, que conseguí hace unas semanas.
Sigo pensando en el significado de las oraciones, y supongo que podría seguir haciendolo sin avanzar demasiado, pero por lo pronto puedo decir que me resultan sobrecogedoras, si, y también hermosas.

jueves, junio 08, 2006

Soy pesimista

El optimista piensa que vivimos en el mejor de los mundos posibles, el pesimista teme que eso sea cierto.


Desde luego, no puedo citar la frase de memoria, pero la idea en general supongo que la he respetado.
Me considero una persona pesimista, no recuerdo si alguna vez he pensado lo contrario respecto a mi, así que puedo decir, que desde que lo recuerdo, tengo una visión pesimista de las cosas.

Al tomar una decisión, siempre trato de imaginar el peor de los resultados posibles. Al final de cuentas, la vida esta llena de elecciones, y aún los más renuentes a ello, tenemos que escoger un camino a cada instante.

Al final del día, uno elige esperando que las cosas salgan lo mejor posible, aún el más pesimista.

¿Cual es el punto de todo esto? no sé, creo que trataba de decir que la esperanza, aquello que en cierta forma alivio todos los males desatados por la caja de Pandora, siempre estará presente.