domingo, abril 03, 2005

Otro paraíso perdido

La magia siempre está presente en las pláticas con tus amigos cuando eres niño, o al menos es una presencia frecuente (si temen que esto degenere en un recuerdo de mi niñez, han acertado... ¡huyan ahora que pueden!).

En algunas noches, cuando tenía 6 u 8 años, cuando mis padres y los de mis amigos nos permitían estar en la calle algo más de lo habitual, la oscuridad solía volcar nuestra inquieta imaginación hacia historias algo más tenebrosas que las que podíamos concebir bajo la luz del sol. Las historias de fantasmas, brujas, monstruos, juguetes demoníacos y espectros solían aparecer cuando la noche tendía su manto (Jeje, así va una canción). Lo maravilloso de aquello era que no solo contabamos y escuchabamos con gran atención estos temas, sino que los creiamos, o al menos yo lo hacía (ahora resulta que el único que pasaba las noches sin dormir era yo). Pero no solo era el terror el que tenía la facultad de alejar el sueño de mis párpados. Las historias de robots, las naves espaciales, los extraterrestres, las princesas y las hadas eran todas respetadas entre nosotros.

¿Porque recuerdo esto ahora? La última vez que salí con unos amigos en la noche, fue el viernes antepasado. Esta vez, alrededor de 20 años mas tarde, la plática giro alrededor de nuestros trabajos, nuestra economía, las próximas elecciones, y alguno que otro tema de relevancia política internacional...

¡Cuanto tiempo ha pasado! ¿Se ha ido la magia de nosotros? Ahora las historias de fantasmas no nos quitan el sueño, pero... ¿no era preferible?

Antes de dormir, leere una buena historia de terror... ojalá tenga pesadillas.


"Entonces no te sentirás perdido
al tener que abandonar este paraíso, sino que poseeras
un paraíso dentro de ti, mucho mas dichoso.
Cogidos de la mano, lentamente y con paso vacilante
salieron del edén y emprendieron su solitario camino."

John Milton. El paraíso perdido.

3 Comments:

Blogger arafel said...

te aplaudo, robert blues.
Y después de eso, te aplaudo doblemente.
recuerdo aquella época de quedarse una hora más tarde en el parque para hablar de historias de miedo, y desde luego, este tiempo de ir al parque toda la noche y emborracharme con mis compañeros ha perdido toda su magia.
Nunca deberíamos perder la capacidad para creer en lo increíble, nunca olvidar nuestra infancia.
si se puede renegar de lo que es crecer, que me digan donde firmar...

8:13 a.m.  
Blogger Robert Blues said...

¿sera que cuando seamos viejos recordemos esas borracheras como si hubieran sido mágicas?

Jejeje...

9:06 a.m.  
Blogger Karina Llergo said...

Paraiso perdido sera siempre el paraiso... no?
Si que es una historia de terror.
Sera que con los años se pierde la magia? conozco un par de personas que a pesar de la edad todavia la conservan, la magia y la capacidad de sorprenderse, de asustarse y de reirse.
Un dia llego Hugo y me dijo: "cuando sea niño..." no se uqe mas dijo pero ese principio me encanto.

10:34 a.m.  

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