martes, junio 20, 2006

Este mundo, eternamente imperfecto

En otro tiempo también Zaratustra proyectó su ilusión más allá del hombre, lo mismo que todos los transmundanos. Obra de un dios sufriente y atormentado me pareció entonces el mundo.
Sueño me parecía entonces el mundo, e invención poética de un dios; humo coloreado ante los ojos de un ser divinamente insatisfecho.
Bien y mal, y placer y dolor, y yo y tú - humo coloreado me parecía todo eso ante ojos creadores. El creador quiso apartar la vista de sí mismo, - entonces creó el mundo.
Ebrio placer es, para quien sufre, apartar la vista de su sufrimiento y perderse a si mismo. Ebrio placer y un perderse-a-sí-mismo me pareció en otros tiempos el mundo.
Este mundo, eternamente imperfecto, imagen e imagen imperfecta, de una contradicción eterna - un ebrio placer para su imperfecto creador: - así me pareció en otro tiempo el mundo.
Y así también yo proyecté en otro tiempo mi ilusión más allá del hombre, lo mismo que todos los transmundanos. ¿Más allá del hombre, en verdad?


F. Nietzche, Así habló Zaratustra


Aunque el fragmento corresponde a Así habló Zaratustra, yo lo he tomado de la introducción al libro El nacimiento de la tragedia, que conseguí hace unas semanas.
Sigo pensando en el significado de las oraciones, y supongo que podría seguir haciendolo sin avanzar demasiado, pero por lo pronto puedo decir que me resultan sobrecogedoras, si, y también hermosas.