martes, enero 23, 2007

El libro

Y todos los días escribía una página en su diario, con un lenguaje diferente en casi cada ocasión. Ahí estaban registrados los lugares, las cosas y las personas, lo hecho y lo recorrido, los vuelos, las caídas, los colores y las sensaciones de los instantes más significativos -y casi todos lo eran. Los momentos felices, y también cada uno de los sucesos más horribles que alguna vez tuvo que enfrentar.

Lo guardaba celosamente, y ni el insecto más pequeño o la criatura más grande, el ser más ingenioso o la entidad de mayor poder hubieran podido dar jamás con su paradero; por ello, cuando desaparecio, la angustia le invadio con salvaje rapidez, y enmedio de una sofocante desesperación emprendio una búsqueda frenética por cada rincón de sus dominios, pero no lo encontró, y cuando después de largas jornadas se fue a la cama, listo para despertar, no sabía si tendría la fuerza para continuar al día siguiente. Sumido en la desesperanza, la conciencia lo invadio poco a poco, y al despertar, el libro estaba justo a su lado.
Lo tomo con cierta desconfianza y al hojearlo, mientras las letras danzaban en alegres y desconocidos ritmos al tiempo que la luz llenaba su habitación, bostezó largamente y suavemente el sueño le venció.

1 Comments:

Blogger Catusvulnus said...

Que le paso a mi comentario??? decia que yo tambien tenia un libro y hasta lo describi, donde quedo mi comentario?

4:22 p.m.  

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