sábado, noviembre 25, 2006

En las sombras

Hoy es sábado, y me tocó trabajar. Venir a la oficina el sábado es casi tan trágico como hacerlo el lunes, quizá peor, aunque con una ventaja, no tengo que entrar tan temprano, y hay más tranquilidad, lo cual cuenta mucho en el ambiente.

Fuí a comprar una botella de agua, y al regresar vi, bajo las escaleras, a dos empleados de intendencia sentados bajo la sombra. Él leía un pequeño libro en voz alta, me pareció distinguir en la portada que era de Dostoievski, me gusta pensar que así era. Ella estaba sentada a su lado, con los brazos cruzados y un tanto encogida para aminorar un poco el frío, supongo yo. Le escuchaba atentamente y veía con interes el libro.

Hay un refugio para todos en algún lugar, y siempre alguien dispuesto a compartirlo, aunque no siempre es fácil de encontrar.

1 Comments:

Blogger Catusvulnus said...

ahhhh conoces la merceria del Refugio? jajaja (mal chiste)

4:20 p.m.  

Publicar un comentario

<< Home