miércoles, junio 21, 2006

Todo un verano que atravesará el calendario...

Hoy es 21 de Junio y comienza el verano. Sheila me recomendó leer El vino del estío, de Bradbury, y comenzarlo a leer precisamente al inicar el verano. La idea me pareció genial y la pondre en práctica hoy, el día en que arranca la estación más calurosa del año.

El libro suena a magia, a recuerdos de días largos y felices donde una aventura aguardaba a cada momento:
Ejércitos de razas sin fin (tantas razas como marcas de juguetes tenía) unidas contra enemigos espantosos aunque invisibles (si, sólo en ese entonces existían criaturas horribles que además eran eternamente invisibles).
Un día podía significar el desarrollo de aventuras épicas tan colosales, que el mismo Fëanor no hubiera soñado.
Una vez, mi amigo Daniel y yo decidimos que suplantaríamos al peso, la moneda nacional, por unos nuevos billetes que se llamarían Blumons, hicimos dos tirajes de billetes (cada tiraje consistía en la fotocopia de una hoja de papel llena de "billetes" para recortar) y fuimos felices con ellos, aunque sólo un niño fue tan visionario como para darnos pesos a cambio de nuestros blumons.
Tratamos de editar una revista, llena de sucesos fantásticos y maravillosos, así como de los eventos que ocurrían en nuestra calle. Terminó siendo un resumen de los panfletos de "Aunque usted no lo crea, de Ripley", pero ilustrada por nosotros, y acompañada de los resultados de los partidos de futbol que había entre nosotros.
Inventamos personajes e historias, y creamos nuestros propios comics, así nacieron las aventuras de las Fuerzas Especiales, que eran extrañamente parecidas a las de los G.I. Joe, y también apareció la serie de ficción "Invasión", cuyos personajes guardaban una curiosa similitud con los de Robotech. Había también aventuras detectivescas, llenas de enmascarados misteriosos y crueles hampones.
Antes del nintendo y después del Atari, existió para nosotros un sistema aventuras con personajes de papel móviles. Y antes que los juegos de rol, apareció Might and magic, nuestro propio juego de laberintos y batallas decididas por dados, sin saber nada de lo que eran en verdad los juegos de rol.
Las bicicletas se convirtieron en vehículos de poder, sinónimos de viajes a lugares desconocidos y de velocidades inconcebibles hasta no estar sobre los pedales.

Mis veranos eran distintos de lo que son ahora, y estoy convencido de que este libro me hara vivir hermosos momentos, y se llevará un poco de los sucesos tristes de días recientes.

"Era una madrugada tranquila. La oscuridad cubría el pueblo y se estaba bien en cama. El verano henchía el aire, el viento soplaba adecuadamente, el aliento del mundo era tibio y lento. Bastaba levantarse y asomarse a la ventana para saber que éste era realmente el tiempo primero de la libertad y de la vida, que ésta era la madrugada primera del estío"

2 Comments:

Blogger Ogion el silencioso said...

Debemos sumar que entonces y en aquel verano, dos casi extraños iniciaron un periplo que termina con una amistad... cuidada y buena. Y descubri que las cosas pueden ser màs parecidas cuando las miras de cerca y que por ello no dejan de ser distintas. Del mismo modo las cosas son opuestas cuando más miras en ellas por iguales que parezcan. Gracias por tu amistad.
Daniel el hechicero silencioso.

7:32 p.m.  
Blogger Robert Blues said...

¡Hechicero!

Me da mucho gusto que me hayas visitado ¿onde te metes?

¡ea! ¡fueron días mágicos! sin duda, y lo mejor es que se quedaran en la memoria para dar un poco de color a los días grises... sí... hablo un poco como las películas esas que tanto me gustan, las que "te hacen ver lo bello que es la vida"... jeje.

4:12 p.m.  

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