lunes, agosto 07, 2006

No por siempre...

Cuando estaba estudiando la carrera, no tenía una idea clara de como serían las acosas una vez que empezara a trabajar, ¿que tendría que hacer? ¿estaba realmente preparado para trabajar? ¿y si mi preparación no era suficiente? ¿con que tipo de personas tendría que tratar? ¿podría resolver los problemas que se me presentaran? ¿usaría ecuaciones y todas esas cosas que había estado aprendiendo a resolver? uy, tenía muchas muchas preguntas y dudas sobre que pasaría una vez que abandonara la universidad.

Un buen día, al fin salí de la escuela, estaba un tanto decepcionado, muchos maestros no habían alcanzado en sus clases el nivel que yo esperaba, o no dominaban el tema, o no sabían como explicarlo, no les interesaba o bien, alguna combinación de las anteriores. Desde luego, había excepciones, profesores realmente notables que aportaron algo a mi vida y de los que aprendí tanto o más de lo que pense que podría hacer. La impresión final sin embargo, fue mala en general. Sentía que no había adquirido los conocimientos adecuados para hacer frente a mi nueva vida laboral que, con cierta incertidumbre, comenzaría pronto. Mientras tanto, decidí tomar un curso de ingles para mejorar un poco mi entendimiento de ese idioma.

Conseguí mi primer trabajo dos meses después del fin de curso, era una empresa que se llamaba GCC que recientemente había sido comprada por IBM. Mis tareas como becario, se resumían en aprender todo lo que pudiera sobre un sistema de cómputo llamado Baan, para después trabajar como consultor y ayudar a su implementación en las empresas que pagaran por ello.

Aprendí lo que pude sin tomar ningún curso formal, y creo que la parte de entender lo que hacía el tal Baan no la hice del todo mal. Mi problema fue como siempre, a la hora de relacionarme con la gente. No fui nada docil ni tampoco diplomático al expresar mis ideas y puntos de vista. Además, tampoco resulte muy buen orador para sesiones en público. Luego de un año y seis meses fuí despedido.

Tome otra vez un curso de ingles, para recordar lo que había olvidado del curso anterior, ¡jajajaja!, y nuevamente dos meses después, conseguí empleo.

Entre a trabajar en Amanco el 6 de Junio del 2000, y a la fecha sigo ahí. Tengo que decirlo: mi trabajo no me hace feliz.
Me gustaría levantarme emocionado y con ganas de llegar al trabajo, pensando con entusiasmo en las cosas que me esperan y en los nuevos proyectos que hay que emprender. La verdad, no ocurre así, sino al contrario.

Tengo seis años en el mismo lugar, y mi mayor ilusión la constituye el que un buen día podre salir de este trabajo y comenzar algo nuevo. Me gustaría tener un pequeño negocio, así que cada que recibo dinero de mi sueldo trato de ahorrar lo que está en mis posibilidades para, un día, dedicarme a algo que sí me motive para salir de casa lleno de ilusiones. Y es que cada día debería ser así, cada día debería de constituir por si mismo un motivo de alegría y de sueños que alcanzar y por los cuales y en los cuales trabajar. Tristemente no me sucede de esta forma, y aunque afortunadamente mi vida no está limitada al trabajo (no, desde luego que no), espero en un tiempo no muy lejano cambiar esta parte de mi vida que no me hace del todo feliz.

3 Comments:

Blogger Isi said...

Claro que la vida no está limitada al trabajo, pero es un sitio donde estás como mínimo ocho horas al día. Es inevitable que si no estás cómodo en él o no te llena se genera un inequívoco malestar.

Yo dejé el trabajo hace unos quince días y se nota la diferencia, en parte porque estoy menos estresada pero también porque ahora tengo otros proyectos entre manos.

Haces bien ahorrando, seguro quen algún momento descubrirás alguna tarea que te motive realmente, sólo es cuestión de tiempo y de ir probando. Mientras tanto, calma y tranquilidad y no mates a tu jefe. O si lo haces, no dejes huellas dactilares. He dicho.

5:30 p.m.  
Blogger Robert Blues said...

Nimro, quiensabe... quizá unos buenos guantes, un poco de sigilo y un buen instrumento de tortura sean más efectivos que ahorrar por años incontables :D

(incontables, inumerables, infinitos, imposibles... son palabras... inmensas, me gustan).

5:47 p.m.  
Blogger Catusvulnus said...

Pues que te puedo decir, a veces tambien me agobia el trabajo, pero trato de disfrutar al maximo los beneficios de este, y bueno, cuando veo gente buscando trabajo como desesperada, me reubico de alguna manera, y viendolo bien es solo un trabajo y por eso nos tienen que pagar.

1:33 p.m.  

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